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Recortes llegan a la Escuela Nacional de Antropología e Historia

La Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) mostró su inconformidad contra los dirigentes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la institución de la que depende. A finales de año se anunció que se rescindirían las contrataciones al personal temporal para 2022 de la ENAH, lo que supone unos 350 empleados sin los que el centro no puede funcionar. De inmediato la comunidad estudiantil reaccionó de forma masiva en contra de la medida, estudiantes, maestros y trabajadores han ampliado el foco y denuncian que sufren una situación de precariedad desde hace décadas.

El 29 de diciembre de 2021, una misiva firmada por el secretario administrativo del INAH, anunció que en 2022 “no podrá convocarse a laborar a ninguna persona que haya estado contratada como personal eventual al 31 de diciembre de 2021″. De inmediato, el director de la ENAH, respondió con una carta en la que mostraba su “más profunda preocupación” ante la medida, que “afectaría de manera significativa a la comunidad estudiantil, académica y trabajadores”. Con el comunicado, se redactó más de sesenta actividades que escuela se vería obligada a dejar de hacer. Entre ellas, el despido de 350 profesores, la paralización de las nuevas admisiones, inscripciones a posgrados y becas o la aprobación de proyectos de investigaciones.

El documento difundido por el director de la ENAH, un centro público que depende de la Secretaría de Cultura, fue rápidamente borrado de todas las cuentas oficiales, pero el intercambio de cartas provocó una gran agitación entre la comunidad estudiantil, que ha convocado una protesta para este miércoles.

El INAH ha asegurado que la medida que habían propuesto “es un mecanismo de control del proceso de contratación del personal eventual que, en ninguna medida, implica recorte o despido de personal”. También ha insistido, a pesar de lo que dijo en la primera misiva, que los trabajadores eventuales de 2021 serán recontratados en 2022, y que se producirá “un incremento de 93 millones de pesos con relación al presupuesto original autorizado para 2021″.

“La escuela está agonizando y es indispensable aumentar el presupuesto como una inyección de rescate, de primeros auxilios, más allá del discurso de la austeridad. Además de eso necesita buscarse la manera de que deje de ser una unidad administrativa jurídicamente y sea reconocida como una escuela nacional pública y gratuita”, argumentó una estudiante de Etnología e integrante de la Asamblea General ENAH.

Una de las maneras en las que la medida, de mantenerse, afectaría a los alumnos es en que no podrán titularse, de acuerdo con el director de la ENAH. Desde el colectivo de mujeres antropólogas Las hijas de Coyolxahqui exponen que “esto nos afecta porque si se detienen los registros de tesis quedaríamos en el limbo. Mucha gente tiene proyectos registrados, deben becas. El INAH, el encargado de dar el presupuesto, sí lo está recibiendo, pero no sabemos que pasa en el momento de llegar a la escuela. Creo que la preocupación está ahí. Sería muy bueno hacer una auditoría”.

Con información: El País

Fotografía: INAH. Foto: Especial

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