El futuro político está en las mujeres
Carolina Viggiano Austria*
La participación y profesionalización política de las mujeres es una tarea en la que todos los partidos políticos debemos de concentrar nuestros esfuerzos. Para el PRI, sin duda, ésta ha sido una acción prioritaria y prueba de ello es la Escuela Nacional de Mujeres Priistas (ENMPRI) que justo inicia su 5ta generación.
Quiero aprovechar las próximas líneas para reflexionar junto con ustedes ¿por qué es importante que las mujeres que participamos en política estemos preparadas?, la respuesta es clara: porque aspiramos a estar en la toma de decisiones, porque representar a una sociedad tan diversa en una realidad donde prolifera la desigualdad requiere que tengamos las herramientas que nos permitan transformarla.
Involucrar a universidades importantes del país como la UNAM, la IBERO, el INAP y el ITAM es un ejemplo de la medida de nuestro compromiso con las militantes y simpatizantes priistas, sabemos que si capacitamos y preparamos a una seccional estamos formando a una futura regidora, presidenta municipal, legisladora y funcionaria pública ejemplar.
Más allá de estar presente en las redes sociales, lo importante es aprender y saber comunicar contenidos de valor que estén a la altura del liderazgo de las mujeres, de la determinación con la que impulsan sus causas y marcan la agenda del país: esto nos fortalece políticamente.
Gracias a la visión del Presidente Nacional de nuestro partido, Alejandro Moreno, a la de nuestra líder nacional del ONMPRI, Montserrat Arcos, y por supuesto al Instituto Reyes Heroles que dirige Lázaro Jiménez Aquino, hoy sumamos poco más de 30 mil mujeres egresadas de la ENMPRI.
Los nombres de cada una de las generaciones no han sido casualidad: María de los Ángeles Moreno Uriegas, quien fue, además de una gran economista y funcionaria pública, la primera presidenta nacional de nuestro partido; Griselda Álvarez Ponce de León, maestra, poeta y sobre todo la primera gobernadora de Colima y del país; María Elena Chapa, una gran pensadora, humanista y sobre todo activista de los derechos de las mujeres y de la igualdad de género, y finalmente; Amalia González Caballero, quien fue una gran diplomática, la primera en ocupar la posición de embajadora, y también una impulsora aguerrida de los derechos de la mujer. Todas ellas, además de un legado, son nuestro ejemplo para ser cada día mejores mujeres políticas. Finalmente quiero invitar a quienes integran esta 5ta generación y a las subsecuentes a que asuman su papel en este momento tan complejo de la historia, porque las mujeres estamos obligadas a dignificar el papel de la política y a ser constructoras de paz.
*Diputada Federal y Secretaria General del CEN del PRI