Mensaje del Presidente del CEN del PRI, Alejandro Moreno, en la sesión de instalación y toma de protesta a los integrantes del VIII Consejo Político Nacional
Muy buenas tardes ya, compañeras y compañeros Consejeros.
Antes de iniciar y de dar no sólo las gracias, la bienvenida, a este Consejo a quienes han rendido protesta el día de hoy.
Quiero iniciar diciéndoles que quiero hacerle un reconocimiento amplio a la Comisión de Financiamiento del partido, a la Secretaría de Finanzas, a la administración del Comité Ejecutivo Nacional, porque han tenido un trabajo pulcro, ordenado, transparente.
Y yo reconozco el trabajo y aprovecho para saludar a nuestra compañera diputada, Soraya Pérez.
Gracias por el trabajo que han hecho, a toda la Comisión, y adicionar que el partido, no solo inició con los grandes retos y los grandes desafíos políticos que teníamos al iniciar este gobierno y cuando iniciamos en la dirigencia del partido, sino que, de manera transparente, hemos dejado todo porque cada peso, cada centavo fiscalizado, transparente, sea a favor de nuestro instituto político y sea bien utilizado.
A la par de todo lo que señaló Soraya, recibimos también para un monto total cerca de 300 millones de pesos de multas que se han tenido y que se han ido gestionando desde el 2019, que llegamos. Multas que no correspondían a esta dirigencia y en una suma total de prácticamente cerca de 700 millones de pesos, el PRI, esta dirigencia en tres años, ha saldado el 85% de la deuda, y cuando terminemos, esta dirigencia, vamos a tener cero adeudos por parte del Comité Ejecutivo Nacional.
Así que cuando lleguen los que están, a mí me hubiera gustado encontrar el PRI así, pero van a tener un PRI fuerte y en la Presidencia de la República.
Consejeras y Consejeros:
Saludo con aprecio y con afecto a nuestra Secretaria General, a Carolina Viggiano Austria.
A los dirigentes de los sectores y de las organizaciones del partido.
A nuestros Coordinadores Parlamentarios en el Senado o de la República y en la Cámara de Diputados.
A los coordinadores de nuestras presidentas y presidentes municipales.
A nuestro coordinador de diputadas y diputados locales.
A regidores y síndicos.
A nuestros dirigentes de los Comités Directivos Estatales que nos acompañan. Gracias por estar acá, compañeras y compañeros del partido.
Saludar a las delegadas y delegados, integrantes del Comité Ejecutivo Nacional y, de manera muy especial, saludo a los expresidentes del Comité Ejecutivo Nacional, que de manera presencial o de manera virtual nos acompañan.
Desde aquí un saludo a la senadora Beatriz Paredes Rangel, al doctor César Camacho Quiroz; al licenciado José Antonio González Fernández; a Carolina Monroy del Mazo; a Cristina Díaz; a Humberto Roque Villanueva. A todos ellos, muchas gracias por acompañarnos.
Y de manera muy especial, porque está aquí con nosotros, a un priista de cepa, con talento, de carácter, de prestigio y nos da orgullo que esté aquí, a don Jorge de la Vega Domínguez. Muchas gracias por estar aquí.
Muchas gracias.
Saludo a los exgobernadores que hoy nos acompañan.
A los gobernadores de nuestro partido: a Alejandro Murat, del estado de Oaxaca; a Miguel Ángel Riquelme Solís, del gran estado de Coahuila; a Alfredo del Mazo Maza, del Estado de México, y a nuestro amigo, Esteban Villegas Villarreal, que acabamos de ganar y de recuperar Durango.
Un abrazo para Durango.
Compañeras y compañeros Consejeros:
Los saludo con afecto en esta reunión de nuestro Consejo Político Nacional, órgano de espíritu parlamentario de nuestro partido, colegiado, incluyente de nuestra rica diversidad interna, de decisiones vinculantes que determinan el marco de nuestro quehacer político nacional e internacional.
Esta sesión representa la mejor oportunidad para dar cuenta del estado que guarda la gestión y, con su apoyo, compromiso y solidaridad, hemos hecho juntos al frente del partido.
Doy la bienvenida a quienes forman parte de nuestro Consejo Político Nacional y de la Comisión Política Permanente, que se han renovado conforme a lo dispuesto por nuestros estatutos.
Participan aquí mujeres y hombres que han ganado su lugar por capacidad, talento y presencia.
A todas y todos, mi respeto, aprecio y consideración.
Ustedes constituyen liderazgos que nos vinculan con el priismo de todos los rincones del país y de toda nuestra estructura.
Saludo también a quienes formaron parte de este órgano y que culminaron su tarea de representación.
Cumplieron una importantísima labor que nos enriqueció como partido político y que nos proyecta como un partido fuerte y sólido en el presente, y hacia el futuro como una organización para el bien de México.
Quienes ahora arriban al Consejo y a la Comisión Permanente y quienes culminaron su etapa, forman parte de un esfuerzo que nos une en la tarea permanente de construir a nuestro partido, dentro de una actuación que se destaca por su responsabilidad, por el talento y capacidad de quienes hoy lo integran y quienes lo conformaron en el pasado.
Un abrazo fraterno a todas y todos.
Esta ocasión, la ocasión se presta para hacer un alto en el camino, a modo de mirar el panorama, advertir lo recorrido e imaginar los pasos hacia adelante.
Es necesario reiterar nuestro propósito, que es construir y consolidar un régimen democrático y de justicia social, congruente con nuestro legado revolucionario y su traducción a los tiempos actuales.
Una tarea política como la nuestra, siempre dará lugar a la polémica, pues obliga a revisar acciones en su relación con sus ideales.
Se trata de un debate que no termina, pero que sirve para el análisis, la autocrítica y, sobre todo, para extraer lecciones que nos permitan tomar las mejores pautas del comportamiento político.
En ese marco de reflexión y polémica, siempre ha estado la actuación de nuestra dirigencia y es en tal contexto que defiendo la gestión que hemos realizado hasta hoy.
Nos ha tocado impulsar al PRI en el momento más adverso de su historia.
Que se escuche fuerte y claro.
Esta dirigencia pertenece, así, a una generación que, impulsada por jóvenes, mujeres, hombres con experiencia, se atreve, en medio de lo que recibimos, un partido lastimado y lesionado en el 2018, para reconstruir y juntos construir una salida viable y clara, con posibilidad de triunfo, después de los resultados del desastre electoral del 2016 y, posteriormente, del 2018.
La mayoría de los priistas nos apoyan en esa tarea, y justo es decir que el coraje y el espíritu de la juventud, la gallardía de las mujeres, también se han sumado voces con experiencia y, con ello, vamos a demostrar que el PRI sigue firme y de pie, que vamos a regresar y vamos a volver a ganar.
Quiero significarlo aquí. Nos ha alentado, porque en este partido todos nos conocemos; sabemos quién ha estado con el PRI en las buenas, en las malas y en las más duras. Conocemos los priistas de experiencia y de cepa. Nos ha alentado don Augusto Gómez Villanueva, más fresco que muchos que tienen 20 años y que aquí está trabajando por su partido.
También, a don Jorge y a don Augusto, nada más nueve décadas y cuando nació el partido. Aquí están. Muchas gracias.
También la sapiencia y la inteligencia de priistas como José Antonio González Fernández o la estructurada visión de un priista nuestro como Samuel Palma, por mencionar a alguno de los nuestros. Y le agradezco mucho a Samuel que esté aquí con nosotros.
Por ello, por instrucciones de este Consejo Político Nacional, nuestra dirigencia partidista, la generación del PRI de la centuria, es la impulsora del 2021 de la alianza electoral Va por México, con el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática.
Y lo hicimos para enfrentar el peor peligro en el que se encuentra la democracia, nuestras libertades, que han estado siempre expuestas y en mucho riesgo.
Las fuerzas libertarias no estamos enfrentando a un adversario en términos democráticos. Estamos enfrentando el peligro de la instauración de un modelo de control político autoritario, que tiende a transformarse a una dictadura en pleno Siglo XXI.
No hay normalidad democrática, compañeras y compañeros.
Estamos enfrentado la destrucción de la democracia liberal y de las libertades económicas, con todas sus instituciones.
Estamos enfrentando la sustitución por ejercicios populistas cimentados en creencias ideológicas del siglo XIX.
Vaya entonces nuestro reconocimiento a los militantes del partido del Partido de la Revolución Democrática, del Partido Acción Nacional y del Partido Revolucionario Institucional y a ellos, en especial, por hacer a un lado las diferencias atávicas y disponerse a luchar juntos por un bien superior que se llama México, y para defender la democracia por nuestro país.
Comento, compañeras y compañeros, todos lo sabemos:
En 2016, inició una tendencia en la que se perdieron, estando en el poder presidencial, 7 Gubernaturas.
Como consecuencia, en los comicios del 2018, se perdió la Presidencia de la República, 9 gubernaturas, 293 distritos federales y 31 fórmulas al Senado, pasando del 38 por ciento de los votos conseguidos en el 2012, al 16 por ciento, en esa elección, en 2018.
Desde 2017 no ganábamos una gubernatura. Por eso hay que sentirnos orgullosos de lo que estamos remontando y de lo que estamos construyendo.
Y desde aquí, una vez más, ganamos la gubernatura de Durango, con uno nuestro, en una colación que se llama Va por México.
La militancia de Durango y nuestros coaligados lucharon por el bien en esa gran entidad.
A todo ello, podemos sumar la instauración de un régimen asentado en el populismo y el clientelismo, que pretende instaurar una dictadura y dar marcha atrás a décadas de construcción institucional.
Debo señalar también, que muchas veces los momentos complejos han sido producto de la confrontación al interior de nuestro partido.
Que se escuche claro. Algunos de nuestros militantes no dudan en denostarnos, pero son obsecuentes y hasta obsequiosos con el gobierno y su partido.
Su signo es contradictorio; muestran atrevimiento donde se supondría debían colaborar, y colaboran donde se supone debían de atreverse. Pareciera que su vocación es minar la unidad del partido.
Esa postura, simplemente, es inaceptable.
Tal hábito acaba por contribuir a los propósitos de adversarios que buscan derrotarnos, en su totalidad o de eliminarnos para siempre.
Manifiesto y reitero siempre desde aquí, como lo hemos hecho, voluntad de diálogo, pero rechazamos que se plantee una demanda de interlocución desde la calumnia o de la descalificación, que desconoce el esfuerzo que realizamos todos los priistas en medio de grandes obstáculos, de grandes desafíos para nuestro instituto político.
No promovemos nunca rupturas, pero tampoco vamos a solapar ninguna conspiración al interior de nuestro partido.
Es la hora de las definiciones. O estamos con la democracia, con la coalición Va por México, con el PRI, o siguen apoyando otros al populismo autoritario y corrompido.
No hay sorpresas, compañeras y compañeros.
Aunque parezca una reiteración, el PRI en el gobierno ha gobernado y como oposición hemos sido siempre parte de un esfuerzo orientado a articular el diálogo político de quienes diferimos, en el marco de los encuentros y desencuentros necesarios para construir un mejor país.
Que se escuche Fuerte. Votamos en contra de la reforma energética e impedimos que prosperara. El PRI cumplió su palabra. El PRI cumple su palabra cuando se compromete.
Votamos en contra la propuesta de incorporar a la Guardia Nacional a la estructura del Ejército. Esa fue una votación importante en la Cámara, en el Congreso y lo hicimos decididamente, votando en contra.
Y hemos manifestado, de forma categórica, el rechazo al proyecto de reforma electoral que ha difundido el gobierno.
Jamás, jamás apoyaremos una iniciativa que pretenda debilitar, socavar o desaparecer a las instituciones electorales.
El PRI, sus legisladoras y legisladores y toda su militancia, reitera nuestro respaldo absoluto para el Instituto Nacional Electoral y para el Tribunal Federal Electoral. Cuentan con nosotros.
Y luego, luego hay muchos despistados y pendencieros, que no entienden que después de meses y como siempre lo ha hecho el PRI, desde el gobierno o desde la oposición, siempre ha respaldado a las instituciones. Siempre hemos apoyado el proceso democrático en nuestro país.
El PRI, lo decimos como es, las y los legisladores, votaremos en contra de la reforma electoral que pretenda presentar el oficialismo en el Congreso de la Unión.
Y también decirlo. El PRI siempre ha sido no ha sido solo un buen aliado, el PRI es un aliado confiable, firme, y consecuente impulsor de la alianza entre los partidos.
“Va por México” contribuyó significativamente para arrebatarle la mayoría calificada al partido del Presidente; mayoría calificada que el grupo en el poder de entonces, entre los cuales estaban algunos de los actuales vociferantes internos, le entregaron tres años antes.
Es más que evidente que la Coalición “Va por México” ya ha dado resultados.
De haber fracasado, hoy ya no habría instituciones ni Estado de Derecho.
De las 4 gubernaturas en las que competimos este año, ganamos 2, y meses atrás les ganamos con claridad y contundencia en la Ciudad de México. Y les vamos a volver a ganar.
La Coalición opositora es una realidad exitosa. Ya tuvo logros electorales, al grado de evitar los mayores daños para esta nación.
En el contexto de la violación sistemática a las leyes electorales, de la descarada compra de votos con dinero público, de la intervención ilegal del aparato burocrático y de la intromisión de las organizaciones del crimen organizado, el PRI consiguió, pesar de todo ello, pasar de 100 Diputados Locales, a poco más de 200; y de 350 alcaldes, a poco más de 500, y de 45 legisladores a 69 legisladores federales.
Claro que la tarea no es fácil, pero hemos avanzado y estamos trabajando.
Nos preguntaríamos, ¿Cómo hemos enfrentado las circunstancias adversas?
Y la respuesta se encuentra en la línea ideológica y programática que hemos seguido en torno a la reforma del poder; en dar continuidad a nuestro esfuerzo de actualizar el régimen político por la vía de la democracia y de la justicia social.
En esa dirección, promovimos romper con los obstáculos que limitaban nuestra política de alianzas con otros partidos políticos.
Fue el PRI, el PRI, nuestro partido, que con visión, con talento y con capacidad, impulsó su reforma estatutaria con visión de largo plazo, más de dos años antes, para poder construir las alianzas electorales y la coalición “Va por México”.
Eso lo hicieron ustedes, lo hicimos juntos para poder darle paz y tranquilidad en este país.
Y muchos nos criticaron las reformas estatutarias, pero hoy, con estas reformas estatutarias, el partido dio un paso hacia adelante para consolidar nuestras coaliciones electorales y tener mayor posibilidad de triunfo.
Lo hicimos porque entendemos que la reforma del poder pasa necesariamente por las coaliciones electorales para arribar, en un acto de congruencia, a los gobiernos de coalición.
Nos hemos opuesto a entender las coaliciones electorales como simples mecanismos para sumar votos.
Más allá de eso, las concebimos como parte de una estrategia para mejorar las prácticas y métodos de gobierno, como una medida para dar fin al viejo presidencialismo e inaugurar así una nueva etapa en nuestro país.
Una nueva etapa que se sustente en la capacidad de generar consensos y acordar con la sociedad las propuestas y el programa que lo exprese.
Una nueva etapa, que permita colegiar decisiones, fortalecer la pluralidad, establecer un nuevo diálogo entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, y construir mejores controles de la gestión pública.
Muchos de los problemas que enfrentamos tienen su origen en la mala actuación de las autoridades, pero también se originan por los sesgos que ocurren a través de un régimen presidencial que han generado y cultivado grandes excesos, que han generado distorsiones, que ya no debemos mantener, y menos debemos tolerar.
Insisto. Nuestra ruta es la reforma del poder y ese camino pasa por los frentes políticos, las coaliciones electorales y los gobiernos de coalición, como parte de una fórmula que nos haga superar el viejo y caduco presidencialismo.
Al PRI, al PRI le ha tocado ser parte fundamental en la construcción del régimen democrático que hemos edificado. Hoy nos toca fortalecerlo y profundizarlo.
Estamos hoy muy contentos, en este Consejo Político Nacional. Desde aquí se mira el futuro con gran optimismo.
Pero las y los priistas nos estamos preparando todos los días para consolidar nuestro presente y tener un mejor futuro.
Es futuro que anhelamos lo habremos de construir con la fuerza, la determinación y el carácter de todos los priistas de nuestro país.
Este es el momento de definirnos, y sin mezquindades.
Esta es la cita para responder al reclamo al que nos llama nuestra militancia, a la que nos convocan la sociedad y las futuras generaciones.
Heredamos instituciones que debemos fortalecer y perfeccionar. Al hacerlo, nos vincularemos al esfuerzo histórico por darnos un régimen democrático y de justicia social.
Esa es nuestra tarea y ese es nuestro objetivo.
Amigas y amigos:
Enfrentamos el enorme desafío de rehacer la fuerza de nuestro partido.
Las divisas con las que lo haremos son la congruencia, la lealtad a nuestro origen e ideario, la unidad, la cohesión interna y el talento político de nuestra militancia.
Siempre lo he dicho: el respeto se da, la confianza se gana y la lealtad se demuestra; si se falla en una, se pierden las tres y aquí tenemos que ir juntos siempre a favor de nuestro partido y de nuestro país.
Estoy aquí muy contento, echado para adelante, con firme convicción política priista y como mexicano que quiere lo mejor para su país; estoy aquí para convocarlos a ser parte de este gran esfuerzo, esa es la suma que nos hará triunfar.
La unidad interna es la base que nos llevará a luchar por alcanzar los triunfos que nos hemos propuesto.
Frente al tamaño de los retos que enfrentamos y de la unidad que nos exige; frente a la necesidad de actuar con entrega y de hacer política con mayúsculas, debemos de dejar y hacer a un lado la politiquería.
Por eso condenamos las actitudes que buscan atacar e impulsar causas personales o ambiciones de grupo.
Rechazamos tajantemente supuestos liderazgos que no dan la cara, que usan personeros y que buscan propiciar derrotas que los conduzcan luego a decir que ellos son los grandes salvadores de la crisis que ellos mismos generan o que ellos mismos construyen.
Hay que dejarles claro que los tiempos del PRI son otros.
No pueden ser dominados por la incongruencia de escatimar la colaboración que se requiere en esta hora decisiva para nuestro país.
Los tiempos del PRI exigen la contribución de los priistas de cepa, que es contraria a las que simulan todos los días, a los que regatean su esfuerzo para después reclamar que no se alcanzaron los resultados planteados.
A los de la gran voz para la crítica interna, pero serviles, lacayos y cortesanos con el poder. Esos no los vamos a permitir y no vamos a dejar que dividan a nuestro instituto político.
Las y los verdaderos priistas estamos llamados a consolidar el régimen democrático del que somos constructores y celosos guardianes.
Como lo hicieron las grandes mujeres y hombres que nos dieron este gran partido, estemos a la altura del desafío que tenemos, seamos los protagonistas de esta gran hazaña.
La pretensión de construir una nueva hegemonía política para que se nos adoctrine y someta, deberá ser derrotada.
Nuestro destino es el régimen democrático y de justicia social.
Los priistas ante nada y ante nadie nos vamos a someter.
Hoy contamos con el estímulo de saber que el camino adoptado a favor de la alianza Va por México es el camino correcto.
Pero nos falta librar aún nuevas batallas que son ganar con claridad y contundencia el Estado de México y el estado de Coahuila en el 2023, y esta será tarea de todas y de todos los priistas.
Yo quiero reconocer desde aquí el gran compromiso, el trabajo de nuestro partido, de convocar a la unidad, de trabajar juntos y en equipo.
El 2023 es crucial para nosotros, compañeras y compañeros, hay que ser generosos con el partido, hay que caminar la calle, hay que estar bajo la lluvia, bajo el sol, hay que sudar la camiseta para decirle a los priistas que hoy debemos ir juntos y trabajar por nuestro partido, defender nuestras causas.
Por ello, desde aquí, nuestro reconocimiento a la militancia priista mexiquense. A convocarlos a construir la unidad y fortaleza y al trabajo bien direccionado del gobernador Alfredo del Mazo Maza, para que juntos vayamos a ganar en el 2023 la gubernatura en el Estado de México.
Por ello, es importante que con gran ánimo y firme convicción seamos solidarios, nos hagamos presentes. Y aprovecho, también, para reconocer la extraordinaria labor de un gran militante del partido, un gobernador con carácter, un gobernador comprometido, un gobernador que ha dicho aquí en el PRI que él no lo va entregar y que va a ganar. Miguel Ángel Riquelme, orgullo del priismo nacional, con todo el apoyo y toda la fuerza vamos a ganar la gubernatura de Coahuila, con el apoyo de todas y todos ustedes.
Está en juego el presente y el futuro de la nación.
Por un lado, un gobierno populista y autoritario. Por el nuestro, la alternativa democrática, que gobierne con la gente y ofrezca resultados, que apueste por los consensos, la conciliación y la rendición de cuentas.
Desde aquí lo decimos fuerte y claro: a nosotros ni nos asustan, ni nos echan para atrás, menos nos doblan. Aquí vamos a estar de frente, de frente al poder autoritario que no entiende que hoy México necesita de la conciliación, de evitar los discursos de odio, de la polarización que en nada ayuda a las familias mexicanas.
Hay que hacerlo, compañeras y compañeros, no es retórica, primero es México. Hay que decirlo todos los días, pensar en las familias, en nuestros hijos, en lo que queremos para nuestro país, hay que hacerlo porque es por amor a México. Por todo lo que la patria espera de nosotros.
Por todo lo que los priistas tienen puesto en nosotros. Por ello, no habremos renunciar nunca a nuestras convicciones, ni ceder en defensa de la nación.
Somos Revolucionarios, la lucha sigue, esto apenas empieza, porque la coalición, los mexicanos y el Partido Revolucionario Institucional tenemos mucho, mucho por dar.
Y hoy quiero cerrar diciéndoles: si vamos juntos, ganamos todos, pero nadie, nadie nos va a regalar nada, nadie va a hacer por nosotros lo que nos toca hacer.
Es el momento y la hora de demostrar de qué estamos hechos los priistas: con carácter, con convicción, con voluntad.
Juntos, que se escuche fuerte y claro, vamos a construir, vamos a regresar y vamos a ganar en el 2024.
¡Qué Viva el PRI!