Opinión

Apuntes sobre operación política

Lázaro Jiménez Aquino*

En las democracias contemporáneas, con el propósito de asegurar la presencia, el desarrollo y la permanencia de una comunidad política participativa, es indispensable el trabajo de los denominados “operadores políticos”, que se constituyen por la suma de varios capitales, sean estos sociales, políticos o simbólicos.

¿Qué o quién define a un operador político, y cuáles son las formas de operar la política?. Ante la ausencia de investigación sistemática, hay quienes los define como brokers o lobistas de poder, encargados de “aceitar el sistema de engranajes de la negociación política” o bien pragmáticos que abren puertas, identifican oportunidades, amortíguan golpes y tienen los mejores contactos”.

Todos los procedimientos que realiza un operador político se encuentran determinados por el dominio que este tenga en áreas de conocimiento indispensables para articular un buen desempeño en la esfera pública. El éxito o fracaso de los acciones de activistas, líderes locales y estructura partidista, define la capacidad de los operadores políticos que intervienen en los procesos, principalmente en las contiendas electorales.

El operador político eficente y eficaz debe conocer y poder explicar claramente la forma de gobierno, su funcionamiento, cómo se conforma y el proyecto de nación que impulsa el instituto político al que pertenece. En los procesos electorales, es el espacio más importante donde se evidencia su trabajo, pues debe conocer las “reglas del juego” de la elección y sus diferencias respecto a la anterior, la legislación que se aplica en precampaña, campaña y elección, para no incurrir en delitos electorales.

La persuación ocupa un lugar muy importante, el marketing político nos permitirá diseñar la comunicación que se deberá establecer con los ciudadanos para lograr el ciclo elección-gobierno. El objetivo es llevar a cabo una política de comunicación permanente que mantenga el ánimo del ciudadano del lado del gobernante o representante, para generar continuidad entre la victoria de la elección con la administración o el periodo legislativo, y así conseguir una siguiente victoria más robusta.

En política siempre es tiempo de campaña, pero se tiene que realizar con estrategia. La profesionalización de la operación política con base en la medición del respaldo que los ciudadanos brindan de palabra y hechos comenzó a ganar terreno, luego que la antígua fidelidad de los ciudadanos desapareció. Hoy, el hacer operación política con método y estrategia hace la diferencia entre los candidatos competitivos o improvisados.

De acuerdo a los teóricos de la ciencia política, cuando se gana una elección, al día siguiente se debe comenzar la preparación para enfrentar el próximo proceso electoral, y conseguir el refrendo del poder con el voto popular. Ahora la operación política no puede desperdiciar tiempo y recursos, yendo en la ruta de modelos anteriores.

Los elementos imprescindibles del trabajo de campo del operador político, se resúmen de la siguiente manera: a) La estrategia que guíe todas las acciones con miras a un proceso electoral específico; b) Trazo y consolidación de la idea meta para persuadir a través de la comunicación política; c) Acciones bien diseñadas de trabajo político-territorial; d) Elaboración y conocimiento del plan estratégico de campaña y e) Adecuación del plan de acciones al marco legal vigente.

* Diputado Federal y Presidente del IRH Nacional

Comentarios

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba