Prácticas para la inclusión de personas con discapacidad en los partidos políticos
Norma Angélica Aceves García*
El 3 de mayo de 2008, México ratificó la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, lo que representa la adopción el modelo social, que predica sobre la eliminación de barreras para garantizar entre otros principios la igualdad de oportunidades y la participación efectiva de este sector social en cada aspecto de la vida cotidiana.
El modelo social busca que aquello que se da por hecho para las personas sin discapacidad, lo obtengan por derecho las personas con discapacidad. La mayoría de la población no enfrenta barreras preexistentes para asistir a la escuela, votar en las elecciones, recibir la información de los medios electrónicos o comunicarse libremente con la mayoría de la población.
Expuesto de otra forma, la premisa del modelo social es “identificar las barreras” que impiden o limitan la interacción de las personas con discapacidad en con su entorno y de esa manera enfrentar restricciones para acceder a sus derechos humanos.
La Constitución General, señala como derechos políticos de los mexicanos, el votar y ser votados para cualquier cargo de elección popular y la Ley General de Partidos Políticos, establece que éstos son entidades de interés público para que los ciudadanos accedan a los puestos de poder y además faciliten su participación en los asuntos públicos. Aunque hay claros ejemplos de personas con discapacidad que han accedido a candidaturas y a puestos de elección popular, la cantidad de candidatos registrados en la elección de 2018, provenientes del colectivo de personas con discapacidad, es aun inferior a la proporción que este sector ocupa en el conjunto total de la población mexicana. Actualmente se calcula que hay al menos 8 millones de personas con discapacidad en México, es decir alrededor del 6%. Sin embargo, solo 61 personas con discapacidad fueron candidatas o candidatos, como muestra de la vanguardia de nuestro partido político, 23 de ellos fueron postulados por el PRI.
Ante la necesidad de aumentar la representación en las candidaturas de personas con discapacidad en los puestos de elección popular es necesario identificar las barreras que impiden o limitan su participación efectiva, para a través de buenas prácticas garantizar la igualdad de oportunidades.
Las candidaturas deben de ganarse a través del trabajo político y la militancia constante, pero además un político debe ser una oferta para su comunidad, una propuesta que transforme la realidad y abone a la construcción del espacio que compartimos, como define la política Felipe González; por ello nada más equivocado de pensar que la simple condición de discapacidad es una garantía para el acceso a una candidatura.
Cuando uno elige a un profesionista, un médico o un abogado, por ejemplo, busca talento, honestidad, desempeño y otros valores; si hay una verdadera igualdad de oportunidades y tenemos que elegir entre dos abogadas, una con discapacidad y otra sin esta condición; seguramente esta condición no será ponderable para la elección.
Así justo es el escenario ideal para elegir a dos candidatos, cuando uno tenga discapacidad y el otro no comparta dicha condición; pero para ello es necesario reconocer que hay un rezago en cuanto a la participación política, no hay suficientes espacios accesibles de capacitación y formación de cuadros y lamentablemente las dirigencias de los partidos políticos, ajenos al PRI, no confían en la capacidad política de una persona con discapacidad.
Nuestro partido creó desde la XIX Asamblea Ordinaria, la Secretaría de Atención a las Personas con Discapacidad, la cual tiene como una responsabilidad contribuir a la formación política de militantes con discapacidad para igualar sus oportunidades, hoy día tenemos ya una estructura de 32 secretarios estatales y más de 500 secretarios municipales que día a día se capacitan y aspiran a participar políticamente, como dirigentes y candidatos.
En cada uno de ellos, está presente la voluntad para aprender y transformar la realidad de su entorno, no solo del grupo social al que orgullosamente pertenecemos; sino de la comunidad en general, sea el municipio, el estado o la nación.
Para ello en coordinación con el Instituto Reyes Heroles, el Organismo Nacional de Mujeres Priistas y los Comités Directivos Estatales, bajo la conducción de nuestra dirigencia nacional encabezada por Alejandro Moreno y Carolina Viggiano, el PRI ha desarrollado el programa más importante de formación política en el que participan de manera activa personas con discapacidad y por ello nuestra estructura desplegada en el territorio nacional, cada día abarca más municipios y ya toca sectores y organizaciones como la CNOP, la CNC, la Red Jóvenes por México y el Organismo Nacional de Mujeres Priistas.
Sabemos que aún falta mucho por hacer, pero estamos absolutamente convencidos de lo importante que es que las personas con discapacidad participen en espacios de toma de decisiones y se representen a sí mismas tal como lo señala la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Los militantes priistas con discapacidad, si tenemos una mano levantada, pero no solicitamos dádiva alguna, mucho menos una candidatura obtenida por la compasión, queremos las mismas oportunidades y que se nos valore; nuestras manos reclaman la oportunidad que por derecho nos corresponde y queremos competir, porque tenemos el deseo y la necesidad de transformar la realidad.
Queremos dejar de ser la cara de la miseria en México y ofrecer nuestro trabajo y talento, porque si algo nos ha dado la discapacidad como condición de vida es la constancia, la paciencia y el temple.
A lado de nuestra dirigencia queremos ser parte del mejor PRI de todos los tiempos.
*Secretaria de Atención a Personas con Discapacidad del CEN del PRI