Prosperidad de energía limpia, es derivado a la Reforma Energética
El actual avance de las subastas eléctricas y mayor generación con fuentes renovables, son derivadas de la reforma energética, las cuales han logrado prosperar a pesar de la guerra legal que se tiene con el gobierno de la 4T y la iniciativa privada.
“A junio de 2020, se observa una capacidad instalada de la energía contratada en la Primera, Segunda y Tercera Subastas de Largo Plazo, de 71.78%, 87.48% y 49.18%, respectivamente, en su mayoría generación fotovoltaica y eoloeléctrica”, señaló el ejecutivo en su segundo informe de gobierno 2019-2020.
Las subastas eléctricas fueron un mecanismo que nació de los cambios constitucionales impulsados por el priista Enrique Peña Nieto en 2013 para que el sector privado venda energía limpia y barata a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Después de tres rondas y precios de generación récord a nivel mundial, la administración morenista canceló la cuarta subasta con el fin de favorecer la generación de la empresa estatal.
También señaló que la generación inyectada al Sistema Eléctrico Nacional fue de 251,772 gigawatt/hora, con una proporción de energías limpias de 22.7% y 77.3 de electricidad producida con fuentes fósiles.
De ese total, la iniciativa privada inyectó 58.4% y la empresa estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) aportó el 41.6% restante, aunque el documento recordó que CFE comercializó 88.9% de dicha energía.
El mandatario destacó la entrada en operación de 31 centrales nuevas que inyectaron electricidad al sistema, de las cuales, 19 fueron solares, seis eólicas, tres de ciclo combinado de gas natural y vapor, dos de combustión interna y una central más de turbina de gas, las principales son gracias a las subastas energéticas impulsadas en la administración anterior.
En el informe menciona que 17% de la generación eléctrica de CRE vino de tecnologías limpias, incluida la planta nuclear de Laguna Verde en Veracruz. Esta información aparece después de que la Secretaría de Energía (SENER) y el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) publicaron acuerdos que restringieron la entrada en operación de nuevas centrales eléctricas por supuestos riesgos de confiabilidad para el sistema eléctrico nacional durante la emergencia sanitaria por covid-19, que redujo la demanda eléctrica en 11%.
La consecuencia fue una lluvia de 172 amparos por parte de la iniciativa privada en contra de los cambios administrativos del gobierno.
Con información de Forbes México
Fotografía de Cox Energy