Opinión

México y su corazón tricolor

Francisco Ruiz Hernández*

Los festejos del “Bicentenario”, organizados durante el año 2010, conmemoraron el inicio del movimiento independentista de nuestro país, sin embargo, será el 28 de septiembre de este año cuando celebraremos -ahora sí- el bicentenario de México como país independiente.

Hablar de la identidad de una nación es referirnos a una insignia, característica o símbolo. Así, México es reconocido por su música folclórica, sus platillos típicos, el mezcal y el tequila, el Día de Muertos y, por supuesto, su hermosa bandera.

Una bandera es el rostro de una nación. El origen de la nuestra se remonta a los blasones utilizados por los conquistadores. Con el inicio del movimiento de Independencia al inicio del siglo XIX, dicho símbolo adquirió un carácter netamente nacional pues el estandarte empuñado por Miguel Hidalgo tenía como elemento principal la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Posteriormente, José María Morelos y Pavón adoptó como bandera de guerra, un estandarte enmarcado en blanco y azul claro, observándose un águila coronada al centro sobre una base de tres arcos, desapareciendo así la imagen religiosa. A la postre, también se prescindiría -aunque momentáneamente- de la figura del águila, pues, el Ejército Trigarante adoptó una bandera diagonal con tres estrellas, utilizando los tres colores patrios por vez primera.

Dicho ejército, también conocido como el de las Tres Garantías (religión, independencia y unión), fue creado mediante los artículos 9, 16, 17, 18 y 19 del Plan de Independencia de la América Septentrional, el cual fuera promulgado por Agustín de Iturbide el 24 de febrero de 1821 en la actual ciudad de Iguala de la Independencia, en el estado de Guerrero. De esta manera, la Nueva España era declarada una nación soberana e independiente.

Tras la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, y mediante firma del Acta de Independencia un día después, se instaló el primer Imperio Mexicano, siendo encabezado por Agustín I (de Iturbide). Luego de un fugaz mandato imperial, México adoptó la república como forma de gobierno, diseñando una nueva bandera, en la cual se vieron reflejados los tres colores patrios, ahora en franjas, y se plasmaron tres distintivos mexicas: el águila real, la serpiente y el nopal.

Después de ello, la bandera sufrió una serie de adecuaciones hasta finales de la década de 1960, cuando adquirió la forma actual, gracias al diseño de Francisco Eppens Helguera y Pedro Moctezuma Díaz Infante.

 

*Presidente del IRH filial Baja California

Comentarios

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba