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Greenpeace México culpa al Gobierno Federal por la contaminación

Greenpeace México voló en el Día de la Tierra en un globo aerostático con el mensaje “exceso de contaminación” ante la central termoeléctrica de Tula, donde aseguraron produce cerca de 16,000 muertes prematuras cada año.

“Esta es una central termoeléctrica que utiliza combustóleo, lo que produce emisiones muy grandes de dióxido de azufre, de carbono negro y de material particulado PM2.5, que tienen implicaciones muy graves para la salud humana y para el medioambiente“, dijo a el especialista en energía y cambio climático de Greenpeace Pablo Ramírez.

De acuerdo con el comunicado emitido por Greenpeace, la central termoeléctrica es obsoleta y ha sido descuidada durante años por varios gobiernos; es una de las principales fuentes de emisión de dióxido de azufre en el mundo, lo que agrava la de por sí terrible situación de deterioro ambiental y de salud pública que existe en la zona, caracterizada como Región de Emergencia Ambiental (REA)..

Quisieron transmitir que en este lugar se quema combustóleo con contenido de 3.9% de azufre en masa, rebasando el límite establecido por ley, que es de 2%.

Además, Ramírez aclaró que estas instalaciones son solamente un ejemplo de las muchas que existen en el país, que se está viendo rezagado internacionalmente en la transición energética debido al rumbo que está tomando el Gobierno Federal en esta materia.

Este modelo, dijo el especialista, quien se subió al globo aerostático, “no puede continuar” y debe sustituirse por uno que transite hacia las energías limpias.

“Lo que ha ocurrido con la política energética en materia eléctrica es que se ha supeditado a la refinación. El combustóleo es un combustible residual en el proceso de refinamiento. Actualmente tenemos muchísimo, un excedente que no se usa prácticamente en ningún lugar del mundo por su alto contenido en azufre“, matizó.

Durante su participación en la Cumbre de Líderes sobre el Clima, una conferencia virtual organizada por la Casa Blanca en la que participan 40 líderes internacionales, el Presidente de México aseguró que el país busca generar energía “limpia y barata” a través de hidroeléctricas, pero defendió el uso del petróleo para el mercado interno.

Para Greenpeace México, estas declaraciones no son suficientes, y menos estando frente a la termoeléctrica de Tula, donde se distingue el largo camino que recorre el humo contaminante que sale de una de sus chimeneas.

“Hasta que no se vea plasmado en una prohibición explícita del combustóleo no servirá para proteger la salud y el medioambiente. (…) La declaración que hace el presidente creemos que es una buena señal pero hasta que esto no cambie al final solamente será discurso”, apuntó.

La población de Tula –alrededor de 115,000 personas– convive día a día con la contaminación, no sólo de la termoeléctrica, sino también de una refinería de petróleo, varias cementeras y recibe las aguas negras de la Ciudad de México.

Asimismo, la central se encuentra en el norte de la megalópolis del Valle de México, con lo que afecta directamente a una enorme cantidad de población, según denuncian activistas.

 

Con información de Forbes México/EFE

Fotografía de Greenpeace México

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