Advertencia de Moody’s: Aranceles podrían frenar el crecimiento de México
La agencia calificadora Moody’s ha emitido una advertencia sobre el impacto negativo que podrían tener ciertas políticas arancelarias propuestas recientemente, tanto a nivel nacional como en Estados Unidos. Según el análisis, estas medidas podrían desacelerar el crecimiento económico de México y generar efectos colaterales en sectores estratégicos, como el automotriz, el manufacturero y el agroindustrial, que son pilares del comercio exterior.
En el ámbito nacional, se ha hablado de implementar restricciones al comercio internacional con la intención de proteger la producción local. Sin embargo, la calificadora señala que este tipo de políticas, aunque bien intencionadas, podrían incrementar los costos de importación, afectando tanto a las empresas como a los consumidores. Por otro lado, advierte que la incertidumbre generada por estas propuestas podría disuadir la inversión extranjera directa, fundamental para el desarrollo económico del país.
En el caso de Estados Unidos, las amenazas de imponer nuevos aranceles a productos mexicanos, similares a las planteadas en administraciones pasadas, podrían reavivar tensiones comerciales entre ambas naciones. Esto no solo afectaría las exportaciones mexicanas, sino que también pondría en jaque los acuerdos establecidos en el T-MEC, un tratado que ha sido clave para mantener la competitividad regional.
Moody’s recalca que la economía mexicana, aunque resiliente, se encuentra en un momento en el que es indispensable fortalecer su apertura comercial y promover políticas que brinden certidumbre a los inversionistas. En lugar de cerrarse al comercio, el país debe buscar alternativas para diversificar sus mercados de exportación y reducir su dependencia de Estados Unidos, especialmente en un entorno donde las políticas proteccionistas parecen estar ganando terreno.
El impacto de estas decisiones no sería menor. De implementarse, México podría enfrentar una desaceleración económica que afectaría la generación de empleo y reduciría el poder adquisitivo de las familias. Además, los efectos colaterales podrían trasladarse a sectores productivos y regiones que dependen directamente del comercio internacional, exacerbando las desigualdades económicas.
Ante este panorama, es crucial que las decisiones en materia de política económica sean tomadas con una visión de largo plazo, considerando el bienestar de todos los sectores de la población. México necesita reforzar su posición como un actor confiable en los mercados globales y evitar medidas que puedan comprometer su crecimiento y estabilidad en los años por venir.