Nasa confirma que hay agua en la Luna
Nature Astronomy publicó dos estudios firmados por científicos estadounidenses, uno de los cuales señala la inequívoca detección de agua molecular (H20) en la Luna y el otro sugiere que aproximadamente 40,000 metros cuadrados de su superficie, de los que un 40 % están en el sur, tiene la capacidad de retener agua en las llamadas trampas frías.
Hace dos años ya se habían detectado signos de hidratación en la superficie lunar, particularmente alrededor del polo Sur, que posiblemente corresponden a la presencia de agua, pero el método empleado no podía diferenciar si se trataba de agua molecular (H2O) o de hidroxiles (radicales llamados OH).
Los datos fueron tomados del cráter Clavius, cerca del polo Sur, que fue observado por Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA) en una longitud de onda de seis micras, a la que el agua molecular produce una firma espectral única.
Los investigadores estiman que la abundancia en las altas latitudes meridionales es de 100 a 400 gramos de H2O por tonelada de regolito (el material del que está formado la superficie lunar) y la distribución del agua en ese pequeño rango de latitud es resultado de la geología local y “probablemente no un fenómeno global”.
El segundo estudio, encabezado por Paul Hayne de la Universidad de Colorado Boulder, examinó la distribución en la superficie lunar de zonas en un estado de oscuridad eterna, en las que el hielo podría ser capturado y permanecer estable.
El equipo usó también herramientas matemáticas para recrear cómo podría ser la superficie lunar a muy pequeña escala y la respuesta es que sería “un poco como una pelota de golf”, repleta de pequeños hoyos.
El estudio indica que las “micro” trampas frías, en ocasiones de un tamaño no superior a un céntimo de euro, son cientos o miles de veces más numerosas que las de mayor tamaño, que pueden tener varios kilómetros, y se pueden encontrar en ambos polos.
Los autores sugieren que aproximadamente 40,000 metros cuadrados de la superficie lunar tiene la capacidad de atrapar agua, cuya presencia puede tener implicaciones para futuras misiones lunares que tengan como objetivo el acceso a estos potenciales depósitos de hielo.
Con información de EFE/Forbes
Fotografía de Twitter @NASA