República

Día Mundial de la Salud: Comienzos saludables, futuros esperanzadores

Cada 7 de abril, el mundo celebra el Día Mundial de la Salud, una fecha instaurada oficialmente en 1950 para conmemorar la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ocurrida en 1948. Desde entonces, esta jornada se ha convertido en una oportunidad clave para sensibilizar a la población sobre los grandes desafíos en materia de salud pública, promover iniciativas de bienestar a nivel global y subrayar la importancia del acceso equitativo a servicios sanitarios de calidad. Con más de siete décadas de trayectoria, el Día Mundial de la Salud continúa siendo una plataforma estratégica para movilizar a gobiernos, instituciones y ciudadanos en torno a una causa común: el reconocimiento de la salud como un derecho humano fundamental.

La relevancia de esta fecha no reside únicamente en su valor simbólico, sino en su capacidad para visibilizar problemáticas de salud que afectan a millones de personas en todos los continentes. Según la OMS, en 2019 más de 2.6 millones de muertes estuvieron relacionadas con el consumo de alcohol, lo que representó el 4.7 % de todas las defunciones globales. De estas, el 13 % correspondió a personas jóvenes de entre 20 y 39 años, lo que refleja el profundo impacto del alcoholismo en la población económicamente activa y su vínculo con problemáticas como los accidentes de tránsito, la violencia y las enfermedades hepáticas. Esta realidad pone de manifiesto la necesidad urgente de políticas públicas orientadas a la prevención y al tratamiento de adicciones, así como a la educación en salud desde edades tempranas.

La salud mental también ocupa un lugar prioritario en la agenda internacional. Actualmente, más de 300 millones de personas en el mundo padecen depresión, una cifra que ha aumentado más del 20 % desde 2005. Esta condición no solo afecta la calidad de vida de quienes la sufren, sino que representa una de las principales causas de discapacidad y ausentismo laboral. En casos extremos, puede derivar en suicidio, especialmente entre jóvenes y adultos mayores, lo que evidencia la urgente necesidad de fortalecer los sistemas de apoyo psicológico y reducir el estigma asociado a las enfermedades mentales. Invertir en salud mental no es solo una medida humanitaria, sino también una estrategia inteligente para mejorar la productividad, cohesión social y resiliencia de las comunidades.

Otro aspecto alarmante es la profunda desigualdad en el acceso a servicios de salud. Mientras que en los países de ingresos altos la tasa de mortalidad materna ronda las 10 muertes por cada 100,000 nacidos vivos, en los países de bajos ingresos esta cifra asciende a 346. Estas brechas se agravan al considerar factores como la disponibilidad de personal sanitario capacitado, el acceso a atención obstétrica de urgencia o la existencia de programas de salud sexual y reproductiva. La OMS estima que cerca del 50 % de la población mundial carece de acceso pleno a servicios de salud esenciales, lo que dificulta el cumplimiento de metas como la cobertura sanitaria universal. Esta desigualdad estructural es uno de los grandes desafíos del siglo XXI y exige una respuesta coordinada y solidaria entre países.

En este contexto, la campaña del Día Mundial de la Salud 2025, bajo el lema “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”, se centra en la salud materna y neonatal. La iniciativa busca reducir la mortalidad prevenible entre madres y recién nacidos mediante la garantía de atención médica adecuada desde el embarazo hasta el posparto. Se estima que más de 800 mujeres mueren cada día por causas relacionadas con el embarazo o el parto, la mayoría en contextos donde los sistemas de salud son frágiles. Ante ello, la OMS hace un llamado a los países para reforzar la atención primaria y aumentar la formación de personal de partería como una estrategia eficaz y sostenible.

El Día Mundial de la Salud cumple también una función educativa y movilizadora. Al adoptar un tema distinto cada año, esta conmemoración impulsa a escuelas, organizaciones comunitarias, medios de comunicación y entidades públicas a organizar actividades de sensibilización y participación ciudadana. Desde campañas de vacunación hasta eventos deportivos o acciones de prevención del tabaquismo, el 7 de abril se convierte en una oportunidad para que la ciudadanía se involucre activamente en el cuidado de su salud, así como en la exigencia de políticas públicas que garanticen el bienestar colectivo.

La salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino un estado de completo bienestar físico, mental y social. En ese sentido, el Día Mundial de la Salud nos recuerda que cuidar de la salud no es una opción, sino un compromiso colectivo con la justicia social, la dignidad humana y la construcción de un futuro más equitativo para todas las personas, sin importar su lugar de origen, condición económica o género.

Información: ONU

Fotografía: DepositPhotos

Comentarios

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba