Poco menos de un año nos separa de las elecciones intermedias de 2021. Además de la Cámara de Diputados, se renovarán 15 gubernaturas, 29 Congresos locales y casi dos mil ayuntamientos en un proceso que iniciará formalmente en octubre de este año. Son elecciones cruciales.
Si bien no existe una tendencia determinante, muchos analistas argumentan que en las contiendas electorales intermedias se fortalece la oposición —aunque, por supuesto, cada elección tiene su dinámica y particularidades propias—. Lo cierto es que varios factores incidirán en el 2021.
El primero de ellos, que las dinámicas locales electorales volverán a la “normalidad” después de la atípica votación de 2018; un fenómeno que, prácticamente, será imposible que vuelva a ocurrir. En segundo lugar, que el presidente de México ya no podrá, al menos no legalmente, dedicar su agenda a hacer campaña como en 2018, cuando su única obligación era ser candidato.
Un tercer factor: Morena es un partido que nació dividido. En 2018, el competidor no era Morena, era solo su líder. Y el factor principal es que, al día de la elección, habrán transcurrido dos años y medio de gobierno. Un gobierno que, al menos hasta ahora, ha sido ineficaz e improductivo, con muy pocos resultados y muchos errores.
Por su parte, el Partido Acción Nacional (PAN) se convirtió en una oposición mediocre. A su postura cerrada y radicalizada para obstruir las ya de por sí pocas propuestas positivas del Gobierno federal; habrá que aunar a ello que, en las entidades donde hoy gobierna, la falta de resultados y desarrollo económico son una constante. Asimismo, la ausencia de cuadros electoralmente rentables y las puertas cerradas a nuevos rostros dejan al PAN cuesta arriba rumbo al 2021.
En el PRI, por el contrario, hemos sido autocríticos y criticados. Superado está el debate sobre los errores de las administraciones pasadas; no pagaremos por quienes se hayan equivocado: el que la haya hecho que la pague, sea del partido que sea. Hoy estamos trabajando a lo largo y ancho del territorio nacional para ser competitivos y ganar las elecciones en las entidades federativas. Alejandro Moreno Cárdenas, presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, ha venido a marcar con claridad la ruta a seguir: nos convoca a proponer resultados, a unirnos y reunirnos como mexicanos y dejar la polarización a un lado.
El reto es enorme, lo asumimos con mucha responsabilidad y con ánimo de triunfo. Es momento de salir con la frente en alto a ganar el debate en todos los foros. Es momento de afinar tanto nuestra maquinaria electoral como de capacitación, y de fortalecer nuestra estructura territorial. Es momento de definiciones. Es momento de contundencia. ¡Es momento del PRI!
*Presidente del IRH filial Durango