El próximo primero de Agosto se llevará a cabo la consulta popular solicitada por el presidente, de nuestro País, la intención de dicha consulta fue en un inicio juzgar acciones realizadas durante los gobiernos pasados a primera vista parece la estrategia perfecta para alimentar el discurso populista anticorrupción que abandera Morena pero que en la práctica aún no demuestran querer combatirla.
Pero como en repetidas ocasiones, el mandato desde Palacio no resultó tan fácil, la Suprema Corte de Justicia revocó en un inicio, la solicitud de dicha consulta por contener aberraciones constitucionales como el uso de nombres propios en una propuesta de Ley.
Esto aparte de evidenciar la falta de conocimiento en la Carta Magna por parte del ejecutivo, resulta evidente ser otra más de las ocurrencias mañaneras con las que Morena sostiene su retórica sin resultados claros y sin beneficios para la gente.
En realidad, se trata de un ejercicio democrático al que tienen derecho los mexicanos, y que está siendo politizado al máximo, con una desinformación muy grande y un interés casi nulo de participación, pues en medio del caos de la pandemia en la tercera ola de contagios y de una economía por los suelos, es difícil creer que el Gobierno utilice los recursos para movilizar al país; cuando estamos atravesando una alerta sanitaria en varios estados, todo para formular una pregunta que conforme a la resolución por parte de los Órganos Superiores será la siguiente:
¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?
Si 37.5 millones de mexicanos contestan si, tampoco pasará nada, no nos garantizan enjuiciar a nadie, ni garantizarán que se integren investigaciones anticorrupción como las que han intentado hacer sin ningún seguimiento, pero la consulta sería vinculante y podría seguir sirviendo para distraer el socavón que ha generado la ineficiencia de un gobierno poco empático, que no atiende la bandera real de las causas que le duelen a México y que se refugia apostando al atesoramiento de los recursos y al retraso del desarrollo del país, y por supuesto al control de las masas para contener su voto a cambio de recursos y programas sin reglas de operación que muy lejos están de ser transparentes y alejados a la corrupción que ellos dicen perseguir.
*Presidente del CDE del PRI Chiapas
