A propósito de las renuncias en el PRI
Jorge Estopellán*
Milito en el PRI desde que entré a la mayoría de edad, hoy tengo 40 años y tengo más años de priísta que 40 millones de jóvenes que cumplen 20 años de vida en el 2023. He tenido la oportunidad de ser candidato tres veces (todas por la vía del voto) en una entidad federativa cuyo último gobernador emanado del PRI ganó en el año en que cayó la Unión Soviética y cuyo nombre de ese país los jóvenes solo lo conocen por la saga de Creed.
Comencé en el partido construyendo grupos juveniles que veían en el Revolucionario Institucional una oportunidad de cambiar su entorno desde una trinchera política. En esos tiempos, hacer política en un partido era menos valorado porque había muchos jóvenes que te competían sanamente en trascender, lo que tú hacías por el PRI, lo hacían otros y muchas veces al doble. Desde esos tiempos veías a políticos como Claudia Ruíz u Osorio Chong llegando al gabinete del Presidente Peña luego de una campaña exitosa. Este espacio no es para evaluar su rendimiento, pero si somos quisquillosos, en el 2018 se perdió la Presidencia de la República con ellos como protagonistas, apareciendo eso si, en una lista de representación proporcional, algo entendible, era complicado que alguno de ellos buscara votos por tierra después de todo.
En el 2019, surge una contienda interna que le da oportunidad a cualquier priísta (incluso a los mencionados) de dirigir las riendas del PRI Nacional, el resultado es conocido, el Presidente Alejandro Moreno gana contundentemente.
Hoy, a cuatro años de esa contienda, más allá de filias y fobias, parece poco estratégico, anti climático y me da mucho que pensar el renunciar al PRI a unas horas de los registros de quienes van a abanderar la lucha de la oposición.
Lo importante es dar la batalla y cerrar filas por el bien de México.
Estar a favor de uno no es por descarte estar en contra de otro, pero el momento para dar la batalla por el pri fue en el 2018 y los que renunciaron hoy eran los que tenían TODO el control (partido y ambas cámaras) para hacer los cambios de los que hoy hablan y decidieron la más fácil o a la que su familia los acostumbró, que es estar en una lista plurinominal.
Siempre será más fácil tirar la toalla que el dar la batalla. ¿Acaso cuando les dieron a ellos sus pluris y candidaturas no habían otros que las querían y tuvieron que sentarse?.
No perdamos de vista qué este tipo de anuncios en vísperas de elecciones no son causalidad y desafortunadamente solo dan a pensar que lo que quieren (4T) es atomizar a la oposición. Afortunadamente, mi travesía por este partido me ha permitido conocer al priísmo de casi todas las entidades federativas y con agrado sé que aún hay priísmo que protagonizará la contienda del 2024 se vaya quien se vaya, la tarea es, formalizar una candidatura que ilusione, ganar la presidencia y después, solo después, tener la firmeza para formar en la fila a quien seguro va a querer regresar.
*Presidente del IRH Guanajuato