Tal pareciera que México no está sufriendo un desastre humanitario. Más de 200 mil mexicanas y mexicanos fallecidos por la pandemia del COVID-19 no han sido motivo suficiente para que el gobierno de Morena haga a un lado su politiquería y vuelque todos sus esfuerzos en salvar vidas.
Debido a su incapacidad, falta de visión, insensibilidad e irresponsabilidad, el partido en el poder ha decidido, de hecho, renunciar a ser gobierno y convertirse en el pirómano de México: inicia incendios en todo lo que toca y no le importan las graves consecuencias.
Ya lo hizo en la industria eléctrica y va por la petrolera y fiscal.
Ante la falta de resultados, se confronta con el Poder Judicial, con la oposición en las cámaras legislativas, con los Órganos Constitucionales Autónomos como el INE y el INAI, con los empresarios, con organismos internacionales como la ONU y con gobiernos locales.
Morena busca responsables mediáticos, en lugar de soluciones reales a los graves problemas nacionales y sin reconocer que él es el principal problema con el que México carga.
A 28 meses de distancia, Morena no ha entendido la magnitud de su responsabilidad como el partido gobernante, y sigue comportándose contestataria e irreflexivamente, generando un grave costo a la población, particularmente a la más vulnerable.
Sin que se hayan tomado nuevas decisiones en materia sanitaria respecto a hace un año ni fortalecido al equipo médico, México está a punto de sufrir más tragedias por otro repunte en el número de casos de COVID-19, al tiempo que la inseguridad en el país no cesa, el desempleo es galopante, la creciente subida de precios (incluyendo el de la gasolina con su efecto multiplicador) se manifiesta en la necesidad de familias mexicanas, la educación pública sigue debilitándose y la violencia contra las mujeres se recrudece.
Frente a estos incendios que se multiplican, Morena no sólo no ofrece soluciones, sino que hace todo lo necesario para multiplicarlos, generando problemas donde no los hay y causando mayor carestía.
Es inadmisible que vacunas compradas con recursos públicos no estén siendo aplicadas de inmediato y las guarden. Eso no lo hace un gobierno cercano al pueblo.
Ésta es la realidad de México: en uno de los más graves momentos de su historia tiene al peor gobierno jamás imaginado.
Si no actuamos de inmediato, los costos para las y los mexicanos de haber tenido a Morena en el gobierno se van a sufrir durante las siguientes décadas.
El 6 de junio próximo debe ser el día de la democracia, del pleno respeto a la ley y del restablecimiento de los equilibrios en el poder público, porque ya vimos que quienes hoy lo detentan sólo saben hacer hogueras con él.
*Presidente Nacional del PRI