la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado una emergencia de salud pública de preocupación internacional, su nivel de alerta más elevado, debido al brote de Mpox, anteriormente conocido como viruela del mono. Este brote ha surgido en la República Democrática del Congo (RDC), y es provocado por una nueva cepa que resulta ser más grave y letal.
La decisión fue tomada por la OMS tras una extensa evaluación de la situación en conjunto con 16 expertos del Comité de Emergencia. El director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, comentó en rueda de prensa: «El comité de emergencia me ha confirmado que, en su opinión, esta situación constituye una emergencia de preocupación internacional. He aceptado su consejo.»
Lo que ha generado mayor inquietud es la rápida expansión de esta nueva cepa de Mpox en el occidente de la RDC, así como su detección en países vecinos que anteriormente no habían reportado casos. Esto sugiere un potencial de propagación más amplia, tanto dentro de África como a nivel internacional.
Hasta ahora, en lo que va del año, se han registrado más de 14,000 casos y 524 muertes, superando el total de diagnósticos del año pasado. Durante la reunión, que se prolongó por más de cinco horas, Tedros destacó estas cifras alarmantes.
El día anterior, el Centro para el Control de Enfermedades de África también había declarado una emergencia sanitaria a nivel continental debido a la misma enfermedad.
La propagación de esta nueva variante, principalmente a través de la transmisión sexual, ha resultado especialmente preocupante para la OMS, sobre todo por su rápida detección en países vecinos como Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda, donde nunca antes se habían reportado casos de Mpox.
Es importante recordar que, en 2022, la OMS ya había declarado una emergencia sanitaria mundial por otro brote de Mpox, que, siendo una enfermedad endémica en África, se había extendido a decenas de países.
En cuanto a Europa, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) evaluó, a finales de julio, que el riesgo de que esta nueva cepa llegara al continente era «muy bajo». Según Pamela Rendi-Wagner, directora del ECDC, se están colaborando con las autoridades africanas para contener este brote y evitar su propagación, reforzando a su vez las capacidades de preparación y respuesta en el futuro.
Con información: El Economista
Fotografía: Reuters
