Vapeadores y uso de fentanilo
Cigarros electrónicos, vapeadores, drogas sintéticas, precursores químicos y fentanilo son algunas de las sustancias que se planea prohibir mediante reformas a los artículos cuarto y quinto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Esta reforma, aprobada por la Cámara de Diputados, Senado de la República y cuatro Congresos Locales entre los que se encuentra: Ciudad de México, Veracruz, Tamaulipas y Oaxaca, establece sanciones para actividades relacionadas con sistemas o dispositivos como cigarrillos electrónicos y vapeadores, así como para la producción, distribución y venta de sustancias químicas como el fentanilo y drogas sintéticas no autorizadas. La propuesta ha generado un intenso debate entre legisladores, principalmente debido a la inclusión de los vapeadores y cigarros electrónicos en el mismo nivel de nocividad que sustancias altamente adictivas como el fentanilo.
Entre los argumentos en contra de la reforma, algunos legisladores señalan que prohibir estos productos podría resultar contraproducente, ya que su consumo no se erradicaría, sino que migraría al mercado negro, incrementando los precios y dificultando aún más su control. En lugar de una prohibición total, proponen una regulación más estricta que permita establecer estándares de calidad y restringir su acceso a menores de edad. Por el contrario, quienes respaldan la reforma argumentan que los vapeadores, aunque se perciban como una alternativa menos dañina al tabaco convencional, representan una amenaza significativa para la salud pública, especialmente entre menores de edad, quienes constituyen el grupo de consumidores más vulnerable.
En apoyo a la iniciativa, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) presentó una propuesta complementaria para la creación del Sistema Integral de Sustancias, una plataforma digital diseñada para el control, registro y autorización de estas sustancias. Este sistema tiene como objetivo fortalecer el marco jurídico y operativo del país, permitiendo un seguimiento más riguroso de la producción, distribución y uso de sustancias químicas, con el fin de garantizar su trazabilidad y evitar su uso indebido.
Aunque el tema de los cigarros electrónicos y vapeadores ha dividido opiniones, existe un consenso unánime entre legisladores respecto a la prohibición del fentanilo y otras drogas sintéticas altamente nocivas. Todos coinciden en la necesidad de adoptar medidas preventivas para enfrentar el aumento en la dependencia y las muertes relacionadas con estas sustancias. Con esta reforma, se busca no solo reducir el acceso a estas drogas, sino también sentar las bases para una política de salud pública más robusta y efectiva en el combate a las adicciones y sus devastadoras consecuencias en la sociedad mexicana.
Información: Milenio
Fotografía: Pixabay