En 1921, en el estado de Veracruz habitaban 1 millón 159 mil personas, según las cifras del INEGI. Tuxpan, ciudad y puerto veracruzano de la región huasteca, adquirió en 1830 la categoría de villa, y en 1881 se convirtió en ciudad.
En esa ciudad, fundada por indígenas huastecos en las orillas del Río Tuxpan, el verde paraíso de sol y agua, nació Jesús Reyes Heroles el 3 de abril de 1921. Fue en ese año, recordemos, con José Vasconcelos como titular, que se crea la Secretaría de Educación Pública, institución del estado mexicano a la que Reyes Heroles encabezó de diciembre de 1982 a marzo de 1985, en la última de sus responsabilidades como servidor público. Con su mirada personal, desde la búsqueda y la inteligencia, la investigación y la política, don Jesús Reyes Heroles a su manera edificó y documentó, con ideas y obras, su visión de México.
Este año recordamos el centenario del natalicio de Jesús Reyes Heroles, mexicano comprometido con su tiempo, estadista e ideólogo de clara visión social que abrazó a la cultura, al conocimiento, para hacer política. A 100 años de su natalicio, está presente con su paso constructivo en la historia de nuestro país. Es la memoria del hombre de estado que abrazó la democracia como bandera y nos entregó un legado en ideas y obras que enriqueció nuestra vida social.
Reyes Heroles escribió, y cito: “Seremos inflexibles en la defensa de las ideas, pero respetuosos en las formas, pues en política, frecuentemente, la forma es fondo”. Una frase que define el quehacer político. Autor, entre una extensa bibliografía, del clásico de la H literatura política, El liberalismo mexicano, escrito entre 1957 y 1961, nos legó en pequeñas cápsulas de sabiduría política y de vida frases que por su vigencia siguen iluminando las conciencias: “La oscuridad de una sola idea o la falta de ideas produce ofuscación; la luz del enfrentamiento de ideas, de su lucha, no deslumbra, ilumina”.
Federico Reyes Heroles, en su libro Orfandad: el padre y el político, recuerda así a su padre: “…no he dejado de añorar esa voz con autoridad, esa experiencia cavilada y conceptualizada, esa tranquilidad hasta para morirse. Cómo no añorarlo si me hacía bromas, como el “alcoholito” para despertar, si comentábamos de todo… Cómo no añorarlo, si era generoso con el tiempo al grado de sacrificar horas de sueño en plena responsabilidad oficial, con tal de platicar con un imberbe. Cómo no añorarlo, si era un gran tipo, un tipazo”.
En el PRI, al conmemorar junto con las nuevas generaciones a don Jesús Reyes Heroles, protagonista del proceso formativo del país, quien nos prodigó a manos llenas su visión del futuro de México, recordamos con gratitud al hombre de estado, al ser humano que hizo de la política una pasión iluminada por la cultura, al mexicano que amó a su patria y que abrió las puertas al pensamiento, la diversidad de opiniones, la riqueza de las ideas.
*Secretaria de Cultura del CEN del PRI