Cada cuatro años, en enero, el mundo concentra su atención en Norteamérica. En 2021, a pesar de la pandemia, será igual. La ocasión será el juramento de Joseph Biden como el presidente número 46 de Estados Unidos.
Biden sucederá a Donald Trump al frente de la Casa Blanca. Este último, al igual que el finado George W. Bush, pasará a la historia como un presidente que no logró la reelección y debió limitarse a gobernar un sólo periodo. Ambos republicanos, ambos polémicos, ambos efímeros.
A pesar de las vicisitudes que se padecieron durante estos meses, el arribo de Joe Biden es inminente. Con él, vendrá un nuevo gobierno con políticas públicas renovadas, tanto al interior como al exterior; ambas de gran relevancia para México.
La cooperación internacional, interdependencia económica, seguridad fronteriza, medio ambiente, energía renovable y la política migratoria son los activos de la agenda bilateral. Por ello, vale la pena hacer un comparativo entre las dos últimas gestiones para tener un panorama más amplio.
Por ejemplo, a pesar de los programas PPACA (Obamacare) y DACA, el gobierno demócrata de Barack Obama registró mayores deportaciones que la administración de Trump; quien se distinguió por su actitud colérica, hostil y vociferante hacia nuestro país.
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security Department, DHS), las deportaciones pasaron de 465,205 (2009) a 170,072 (2020), según información preliminar. La mayoría de ellas a través de Tamaulipas, Sonora y Baja California.
Por otro lado, la oficina de censo estadounidense (Current Population Survey, CPS), señala que 37.5 millones de mexicanos residían en la Unión Americana en 2019, la mayor parte en California y Texas. De ahí que la red consular mexicana concentre la mayoría de sus representaciones en dichos estados.
Como se puede observar, la migración concentra la agenda entre ambas naciones, por ello es reprobable que el Gobierno Federal haya decidido, además de reducir el presupuesto considerablemente, asignar mayores responsabilidades a sus consulados.
En respuesta a esa alarmante negligencia, nuestros connacionales se ven obligados a solicitar auxilio a organismos no gubernamentales, tal es el caso de la Secretaría de Asuntos Migratorios del PRI, la cual, en colaboración con el Instituto Reyes Heroles, han tenido a bien poner en marcha la Escuela de Cuadros para Migrantes. Una iniciativa que en mucho abona al desarrollo integral de nuestros compatriotas en el extranjero, además de fortalecer los lazos que los unen con sus raíces mexicanas.
*Presidente del IRH filial Baja California
